sábado, 16 de febrero de 2013

Reificación

La RAE ( Real Academia Española ) no define el término “ reificación”, nos remite a cosificación ( acción y efecto de cosificar ). En alemán ( Verdinglichung ) es la concepción de una abstracción u objeto como si fuera humano o poseyera vida y habilidades humanas ( Wikipedia ).

Por ejemplo, términos tan cotidianos como economía, mercados, informática…etc, parece que condicionan nuestro día a día y poseen un comportamiento caprichoso e incontrolable, aparentemente actúan de forma independiente, cuando resulta evidente que detrás de estas palabras existe obligatoriamente la mano del hombre, de uno o varios, de grupos o élites, pero indefectiblemente no tienen vida propia.

Así, resulta especialmente interesante la definición que Gajo Petrovic realiza en el diccionario del pensamiento Marxista ( no es que sea yo muy de Marx, pero al Cesar lo que es del Cesar ) :

“El acto (o resultado del acto) de transformar propiedades, relaciones y acciones humanas, en propiedades, relaciones y acciones de cosas producidas por el hombre, objetos que se han vuelto independientes (y que son imaginados como originalmente independientes) del hombre y gobiernan su propia existencia. También, la transformación de seres humanos en cosas que no se comportan en una forma humana sino de acuerdo a las leyes del mundo de las cosas. La reificación es un caso ‘especial’ de alienación, su forma más radical y extendida, característica de la sociedad capitalista moderna". ( Wikipedia )

Aquí aparece la palabra “alienación”, utilizada en múltiples disciplinas, haciendo referencia a algo ajeno, de lo que se ha perdido el control. Aunque en el caso del Marxismo se refiere al capital humano, más concretamente a la consideración del trabajador como una unidad económica y que se cuantifica en dinero, perdiendo la concepción de persona o ser humano, solamente vale lo que es capaz de producir económicamente, una concepción capitalista y fuertemente arraigada en la sociedad actual.

Una vez más, el lenguaje engañoso o convenientemente manipulado es el argumento para aceptar todo tipo de medidas, ya que lo exigen los mercados, la economía… y demás invenciones realizadas por los humanos para que finalmente sean patrimonio de unos pocos que doblegan al resto.

No está muy claro quién es el autor de la frase “ hay tres tipos de mentiras: mentiras pequeñas, grandes mentiras y estadística “, algunos la atribuyen a Mark Twain, otros a Benjamín Disraeli. La realidad es que parámetros tan determinantes en nuestra sociedad actual como el PIB, IPC, prima de riesgo, Euribor o Libor…y un larguísimo etcétera, son meras estadísticas totalmente manipulables según convenga.

La necesidad de matematizar todo, para poder cuantificarlo, lleva a una explicación de la realidad distorsionada y errónea, sometida a los intereses de los que en base a su interpretación justifican medidas incomprensibles e interesadas.

Ya en su momento Alfred North Whitehead se hizo eco de esta problemática con “the fallacy of misplaced concreteness”, quizá la necesidad de tener constantemente datos y números para poder basar nuestras decisiones en algo, hace que nos parezca lógico basar todo en meros cálculos, pero la realidad humana es mucho más compleja y prescindir de los factores sociales y su influencia en el sistema, es dejar fuera de la ecuación lo más importante, al ser humano.






2 comentarios:

  1. Impecable artículo Hipo:

    En tu lista de "grandes mentiras estadísticas" tal vez te haya faltado la de la cifra oficial de desempleo con los millones de personas que trabajan de: "falsos autónomos", con contratos renovables semana a semana por si acaso tienen una baja médica para ya no reovarlos o los contratados a tiempo parcial en contra de su voluntad y que, en realidad, tienen que hacer la jornada completa o, simplemente, ciudan@s que trabajan a cambio de unos pocos cientos de euros sometidos al arbitrio de unos superiores y clientes que los usan como muñecos de "pim-pam-pum" sin derechos no ya laborales sino tan siquiera humanos

    A buen seguro que todos esos millones de ciudadanos del Estado Español y también del mundo en general que están en esta situación no figuran como desempleados ni en las estadísticas del INE ni en las de SPEE pero eso no quiere decir que sus desdicha por sentirse objetos de explotación en un trabajo dónde son usados como meros objetos desechables sean tan grande como la de muchas personas que tienen la enorme desgracia de encontrarse en desempleo involuntario.

    Saludos

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    1. Hola Anxo,

      Cierto, existe un sinfín de estadísticas que no he enumerado,y tienes razón, la cifra de desempleo es una de las magnitudes más importantes y que más preocupa.

      Con todo el drama personal que supone y ninguna declaración de renta publicada para desviar la atención, es capaz de engañar al estómago cuando tiene hambre.

      Muchas gracias por tu aportación.

      Un saludo.

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