sábado, 2 de febrero de 2013

El cuarto banco de Holanda nacionalizado

La nacionalización del cuarto banco holandés SNS Reaal era la única manera de proteger el sistema bancario y a los ahorradores, según las palabras del primer ministro Rutte. Los 3.700 millones de euros inyectados por el gobierno se destinarán a cubrir el deterioro contable que han supuesto las inversiones inmobiliarias de la entidad holandesa, algo calcado a lo sucedido en nuestro país con el sector financiero.

El SNS Reaal es un banco de tamaño similar al Banco Popular, en 2006 la oferta pública de acciones se realizó a 17 € la acción, la cotización a 31 de enero apenas rondaba los 0,80 €, momento en que quedó suspendida.

En su momento, después de la quiebra de Lehman, el gobierno holandés tuvo que inyectar cerca de 40.000 millones de € a los principales bancos ( ABN, ING, Fortis… ). Esta nueva ayuda que supone la nacionalización, también impondrá a los accionistas y poseedores de instrumentos de capital tier 1 y tier 2 ( deuda subordinada ) pérdidas, de forma análoga a lo sucedido aquí.

Sin embargo, los poseedores de estos títulos en la mayoría de países son inversores, no como en España que son ahorradores, algo insólito y singular que nuestro gobierno no supo o quiso explicar a Bruselas en la negociación del MoU.

Los inversores afectados se sorprenden por el “reparto de la carga” establecido por el ejecutivo holandés. Así, aceptan los riesgos de la inversión y las posibles pérdidas que se derivan por un “default”, pero no entienden que la intervención del gobierno se considere una quiebra del banco y por tanto se les aplique una pérdida en sus inversiones. Uno de los mayores perjudicados por la nacionalización de SNS es BNP Paribas, aunque no ha efectuado ninguna declaración al respecto.

Este tipo de actuaciones en el sistema bancario ( España, Irlanda, Países Bajos… ) han provocado que el mercado de deuda junior sufra un fuerte castigo (deuda subordinada de ING cayó un 8 % ). Ya nadie quiere poseer deuda subordinada, lógicamente, y cabe suponer que en el futuro va a ser muy difícil realizar emisiones.

La deuda sénior y las cédulas hipotecarias quedan a salvo de las pérdidas, una medida que ha creado controversia. El argumento del gobierno para salvar los bonos sénior responde a que es la financiación habitual de los bancos del país, provocar pérdidas supondría muchas dificultades en el futuro para su correcta financiación. Aunque ya se da por descontado que a partir de ahora el coste de financiación se incrementará.

Con esta nacionalización, el Estado ya es poseedor de la mitad de las aseguradoras y de los bancos del país.

Fuentes: www.bloomberg.com



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