sábado, 16 de abril de 2011

En busca de los valores perdidos

Recientemente se ha publicado la noticia de que Telefónica quiere reducir su plantilla en un 20% , todo ello aderezado con la consecución de un resultado extraordinario en el ejercicio del 2010 y la intención de premiar con 450 millones de euros a sus directivos en concepto de bonus .

Seguramente , dado que es una multinacional , los resultados corresponden a su expansión en Latinoamérica y en territorio nacional y europeo se habrán visto perjudicados por la crisis . Nada extraño ya que es un mal endémico que en España la mayoría de empresas presentan menos beneficios o pérdidas debido a la crisis y la consiguiente disminución del consumo .

Pero si hemos de creer en lo que pregona el gobierno y los agentes económicos , en un futuro se prevé que la situación mejore . Y si mejoran los datos económicos , lo correcto sería que se incrementase la contratación de personas y por tanto una vez estas recuperan sus ingresos generarán mayor consumo que debería revertir en el beneficio de todos .

Evidentemente las empresas privadas pueden tomar las decisiones que quieran , para eso ya están los accionistas que deberían fiscalizar el buen hacer de la compañía . Pero subyace en todo este tipo de decisiones una dinámica muy peligrosa y es que la economía ha dejado de estar al servicio de las personas para que sean las personas las que están al servicio de la economía .

Se me ocurre una pregunta obvia , en nuestra escala de valores que es más importante ¿ las personas o los beneficios económicos ? .

Se puede entender que una empresa cuya viabilidad dependa de reducir personal opte por esta opción , no me parece legitimo ( éticamente ) la misma decisión únicamente por una disminución de beneficios , más aún si es coyuntural .

Hace tiempo , anecdóticamente , el presidente Zapatero ignoraba el precio de un café . El hecho carece de importancia pero si es revelador del aislamiento de los mandatarios , viven en un mundo macro , manejan números que corresponden a la suma de muchísimos mundos micro que corresponden a personas con nombres y apellidos , familia , ilusiones …

Para Alierta , como para muchos otros , 6.000 es solo un número pero seguramente si añadimos a sus familias el resultado es que a unas 12.000 personas les va cambiar la vida sin más y además tienen que ver como los que les sentencian se reparten 450 millones de euros .

Espero que llegue el día en que los dirigentes de empresas retomen la senda humanista y piensen que una empresa no es solo el beneficio económico sino también el social y humano . Cuantas más personas se beneficien de un trabajo , más personas contribuirán a desarrollar la sociedad , más pagarán impuestos y si se gestiona correctamente más beneficios para todos .

Actuando de esta forma se incentivan los extremos , unos pocos más ricos y muchos más pasarán de ser clase media a quizá pobres . Vamos del primer mundo al tercer mundo , por cierto ¿ donde está el segundo ? .

A todo esto los que deberían de oponer resistencia y mediar , los sindicatos , parece que están desaparecidos . Más preocupados en mantener su puesto que en actuar como debieran, me gustaría recordarles una ley que rige la física :

Si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), éste reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción).

Esto es así en toda la naturaleza , excepto en los humanos que prefieren vivir de rodillas antes que morir de pie .


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